Historia de la crítica literaria
David Viñas Piquer
Formalismo ruso
Suele
decirse que la teoría literaria del siglo XX
comienza
con el Formalismo ruso.
El Círculo
Lingüístico de Moscú se forma en un ambiente marcado por el flujo de la
filosofía de Husserl: la fenomenología.
La Opojaz y
el Instituto Nacional de Historia del Arte de San Petersburgo son instituciones
vinculadas al Formalismo.
Estas tres
instituciones señalan los tres enfoques que conforman la perspectiva crítica
del Formalismo; el enfoque lingüístico (Círculo Lingüístico de Moscú), el
enfoque poético (Opojaz) y el enfoque histórico (Instituto Nacional de Historia
del Arte).
Hacia 1930
la desaprobación oficial consigue que se extinga el Formalismo en Rusia.
En los
textos formalistas se destaca una clara actitud contestataria, rupturista;
suelen ser textos que invitan a la discusión.
Los jóvenes
formalistas querían que sus ideas, sus métodos y su terminología contrastaran
con la tradición crítica que les precedía y dominaba aún en el panorama de los
estudios literarios en Rusia.
Para ellos
la creación literaria no era fruto de ninguna inspiración, no obedecía a ningún
misterio ni a ninguna experiencia inefable; se trataba de algo mucho más
prosaico: el dominio del oficio.
El método
formalista se trata de un método descriptivo y morfológico únicamente
interesado en cuestiones artísticas.
El formalismo
invitaba a ver el arte simplemente como arte.
Ellos pretenden
describir todo acierto estético en términos técnicos, concibiendo el poema como
un artefacto construido a partir de ciertos recursos.
Roman
Jakobson define que el interés principal de los formalistas no es la literatura
sino la literaturidad, es decir, lo
que hace de una obra dada una obra literaria; para conocer la literariedad es necesario analizar los
textos.
La
literatura era considerada por los formalistas como un uso especial del
lenguaje, uso caracterizado por su alejamiento respecto del uso práctico o
cotidiano.
Roman Jakobson
Shklovski
definía la percepción artística como aquella en la que sentimos la forma.
Al
principio los formalistas aspiraban a
construir una teoría general del arte, pero luego centraron su interés en el
campo de lo literario.
Tinianov
concibe la obra literaria como un
sistema, una entidad dinámica constituida por una serie de elementos- tema,
estilo, rito, etc.-en interacción mutua.
Shklovski
desarrolló sus ideas sobre el automatismo de la recepción y el papel renovador
del arte. Trató de demostrar que el carácter estético de un objeto depende de
cómo éste sea percibido.
Shklovski
enunció que “la finalidad del arte es dar una sensación del objeto como visión
y no como reconocimiento; los procedimientos del arte son el de la
singularización de los objetos, y el que consiste en oscureces la forma, en
aumentar la dificultad y la duración de la percepción.
Son cuatro
los elementos considerados en todo fenómeno de desautomatización: 1-El artista
que crea el artificio oscureciendo la forma y aumentando la dificultad de la
percepción, 2- Los procedimientos con los que se consigue retener la atención
del lector, 3- El receptor, que realiza la acción de la percepción y concede al
procedimiento un valor estético, 4- La duración de la eficacia estética del
procedimiento.
Los
formalistas plantearon la evolución literaria atendiendo exclusivamente a los
procedimientos intrínsecos del arte literario, a las distintas difusiones que
esos procedimientos iban desempeñando a lo largo del tiempo.
Los
formalistas rusos se pronunciaron sobre la teoría de los géneros literarios.
Ofrecían
una visión de la obra literaria como un sistema integrado por varios elementos
con funciones distintas.
El centro
de atención se fijaba en las funciones que los distintos procedimientos
empleados en la construcción de la obra iban desempeñando a lo largo del
tiempo, el concepto de la dominante
obliga a replantear la dinámica de la evolución artística; lo que toda
evolución provoca es un cambio en la relación que los elementos del sistema
mantienen entre sí. (Jakobson).
La teoría
de la desautomatización consideraba preciso encontrar un procedimiento
desautomatización a través de alguna, maniobra inesperada, que sea capaz de
causar en el lector un efecto de extrañamiento que le obligue a prestar una
mayor atención, que evite la indiferencia y consiga aumentar así la duración de
la percepción artística.
La
autocreación dialéctica de nuevas formas fue uno de los postulados básicos de
la escuela formalista, la historia de la literatura pasa a ser concebida en
evolución permanente.
En el
Formalismo ruso se desarrollan las ideas que supondrán la base de la
narratología del siglo XX. Con el
precedente aristotélico, los formalistas proponen un modelo de análisis
orientado preferentemente hacia la forma del relato. Su objetivo es aislar los
procedimientos técnicos utilizados por el escritor para conseguir que un
conjunto de elementos acaben teniendo una estructura narrativa.
Shlovski
afirma que las obras literarias cuentan con procedimientos específicos de
composición, son el resultado de elementos de elaboración que nada tienen que
ver con el nivel temático.
V. Shklovski
Los
orígenes de la distinción fábula/trama se encuentran en la Poética de
Aristóteles.
La fábula
es considerada el alma de la tragedia, engloba dos ideas distintas: la mímesis
de la acción y la composición de los hechos en el discurso. Es decir, por una
parte estaría la imitación de los acontecimientos que conforman la historia y,
por otra, la configuración artística de esos mismos acontecimientos.
La piedad y
el temor son los sentimientos básicos que la mímesis tiene que suscitar en el
espectador de una tragedia.
Los
formalistas conciben la obra literaria como el resultado se la puesta en
funcionamiento de varios factores constructivos.
Según
Tomashevski la fábula se refiere a la suma de acontecimientos narrados en la
obra, mientras que, la trama hace alusión a la elaboración artística de esos
acontecimientos. Fábula equivalía así a material temático, y trama remitía al
proceso de elaboración artística, a la construcción de una forma literaria.
Según
Forster, hay que entender por story
la narración de unos hechos considerados simplemente en secuencia temporal,
mientras que plot alude a una
narración de sucesos en la que se pone énfasis en la relación de casualidad que
existe entre ellos, con lo que se consigue un efecto estético. Las técnicas de
composición del relato e incluirían en el plot.
Goethe
marcó una evidente continuidad con la
actitud racional y analítica del pensamiento ilustrado, facilitando así el
futuro desarrollo de las poéticas formalistas.
La escuela
morfológica alemana anticipa la concepción formalista de la fábula como material bruto y la trama como construcción artística.
Forster
Aristóteles
señaló que los materiales de la fábula deben vincularse siempre siguiendo tres
criterios: el de verosimilitud, el de la necesidad y el del decoro. Esta idea
llevó a los formalistas a hablar de los motivos y de la motivación.
La
motivación englobaría los tres criterios a los que aludía Aristóteles.
Según
Tomashevski no basta elegir un tema interesante; hay que mantener el interés
estimulando la atención del lector. El interés atrae, pero la atención retiene.
Según él,
la obre literaria está dotada de unidad cuando ha sido construida a partir de
un único tema. Tema es un concepto acumulativo, implica la acumulación de
motivos.
Los motivos
son las partes no descomponibles. Combinados constituyen el armazón temático de
la obra. La fábula es el resultado de considerar los motivos en sucesión
cronológica y manteniendo una lógica de causa-efecto, mientras que la trama es
el conjunto de esos mismo motivos pero dispuestos respetando el orden que
siguen en la obra.
Vladimir
Propp desarrolló su actividad crítica paralelamente a los formalistas. Él se
basa en la descripción de los acontecimientos y en los agentes que llevan a
cabo las acciones; en el nivel de fábula, la acepta que es necesario encontrar
unidades mínimas porque para describir el todo primero hay que describir las
partes.
Propp
clasifica y describe. Presenta las deficiencias y problema de clasificación
para los cuentos a partir de los motivos. Él inaugura el análisis del texto
narrativo como historia, no como
discurso.
Propp
redujo a 31 funciones todas las alternativas de acciones que podían desempeñar
los personajes en los cuentos maravillosos. Demuestra que pueden estudiarse los
cuentos a partir de las acciones que en ellos desempeñan los personajes. Las
funciones son los elementos constantes en el cuento. Propp las identifica con
las acciones sean relevantes en el desarrollo de la trama.
El
formalismo recibió muchas críticas.
Para
Trotski el formalismo era un movimiento superficial y reaccionario,
inconsistente y pueril, pero cuyas investigaciones podían ser útiles, e incluso
necesarias, si se les reconocía su carácter parcial, fragmentario, subsidiario
y preparatorio”.
Bajtin
cuestionaba los procedimientos del método foral o morfológico denunciando su
insuficiencia.
Para él los
formalistas eran un extremismo indeseable que representaba la moda del
cientifismo, de la erudición superficial, del tono sabio precipitado pero
seguro de sí mismo, y advertía de los peligros que conlleva la urgencia de
teñir de rigor científico los estudios artísticos.
Abordar las
obras literarias analizando únicamente aspectos formales era para Bajtin un
enfoque erróneo.
Propp